Las bombas de infusión utilizadas en los servicios de imagenes responden a la necesidad de entregar un volumen de medio de contraste iodado con flujo constante y tiempo de inyección programable para adquirir estudios de calidad.
En los exámenes vasculares la función de la bomba es muy importante y su manejo adecuado es parte de la tarea de los técnicos radiólogos. En el mercado existen bombas que entregan liquido de contraste (un solo cabezal/pistón) y también las que entregan medio de contraste y solución salina (doble cabezal/pistón). En general las bombas se cargan con jeringas pre-llenadas con el material de contraste, con lo cual el pistón se calza en la jeringa para su ascenso y descenso. Si el cuerpo de la bomba se encuentra con el o los pistones apuntando hacia el techo, estos movimientos (ascenso y descenso) generan vacío al descender el embolo o empuje del fluido cuando el movimiento es ascendente. Esto es importante en las maniobras para purgar el sistema o bien para la inyección misma. La tasa de inyección o flujo se mide en mililitros por segundo (ml/seg) es decir el volumen de liquido desplazado por unidad de tiempo.
Si tenemos en cuenta que tanto en tomografia como en resonancia se realizan venopunturas para las inyecciones, veremos que los valores de flujo son mas bajos en relación a los estudios de hemodinamia. La razón de la diferencia, ademas de que en esta última modalidad la vía de administración es arterial a través de cateteres, la resistencia, calibre y condiciones hidrodinámicas de las arterias son diferentes a las de las venas periféricas. En este video demostración, realicé una serie de inyecciones de solución salina con la bomba que utilizo en el servicio de tomografia, con el fin de visualizar la velocidad y variación en la presión ejercida sobre las paredes de los vasos durante el ingreso del iodo.
Si comparamos la velocidad del fluido (contraste o solución salina) en dos inyecciones consecutivas manteniendo un flujo constante pero con distintos calibres de vía intravenosa, notaremos un incremento en la velocidad del fluido donde el calibre del catéter o aguja es menor. La presión sobre la pared vascular es mayor. Para entender esto basta con recordar que cuando apretamos la punta de una manguera, el chorro sale disparado a mayor distancia y velocidad. Es el efecto Venturi.
Es para tener en cuenta esta situación, para evitar extravasaciones, porque ese aumento de velocidad del fluido puede dañar la pared del vaso y romperlo. Por ello conviene adecuar la tasa de inyección en concordancia con los calibres de vena y angiocath que tengamos disponibles. Siempre es bueno realizar una inyección de prueba con solución salina, para asegurarnos de que el vaso que recibirá el contraste va a resistir la inyección del examen. Si bien el tema bombas es mucho mas extenso, por ahora hay que aclarar que las utilizadas en resonancia entregan gadolinio y estan especialmente diseñadas para permanecer dentro del área del magneto.
Hasta la próxima!
Fuente/Bibliografía: Blog STIM
Edición: Lic. Eduardo Parra
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1 comentario :
Ηola, tienes un blog muy bien cuidado. Excelente... Voy
a agregarlo en favoritos y ѕuscribirme a los feeds. Estoy muy contento de haber descubierto tanta aviso acá adentro, que me dan idеas y me inspiгan para futuros publicaciónes.
Muchas gracias por ayudаr.
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